La típica conversación de Lunes durante la pausa para comer en el trabajo entre compañeras suele girar entorno a: "¿qué tal el fin de semana?" Y en la última década, la respuesta tiende a contener una de las 2 respuestas siguientes:
Respuesta A: "ufff, superbien, no paré, algún día me decidiré a limpiar, no tengo la casa tan limpia como quisiera, pero ya lo haré, no voy a renunciar a un buen plan por quedarme haciendo tareas domésticas".
Respuesta B: "aproveché para poner la casa al día, limpieza semanal, vaciar armarios, limpiar trastero a fondo... acabé tan cansada que no hice nada más, cuando me di cuenta ya era Domingo por la noche".
La pregunta bien podría ser: ¿qué haces en tu tiempo libre?, pero la cuestión real es: ¿cómo lo vas a hacer si el poco tiempo del que dispones te deslomas limpiando? ¿no crees?