Seguro que más de una vez habrás visto en las pelis esa parte híper-romántica, donde el protagonista monta un sorpresón en la azotea o tejado del edificio bohemio de la gran ciudad, adonde ha ido a buscar un futuro mejor y donde, además, inesperadamente, conoce al amor de su vida.
Rooftops, azoteas o tejados con vida que sirven para mucho más que tender la ropa o asomarse a ver qué tiempo hace. Hoy te invito a soñar desde las alturas.