Podría parecer una foto antigua, pero esta instantánea fue tomada el fin de semana pasado. Mirar despreocupadamente al horizonte, con la sensación de tener todo el tiempo del mundo, mientras la cálida brisa revolotea alrededor, con un buen libro (imprescindible), al menos para mí... eso es recargar pilas, meditar, tomar la vida a sorbitos, como queráis llamarlo...
El libro afortunado en esta ocasión fue éste. Reconozco que no soy nada de los llamados "libros de autoayuda o crecimiento emocional y personal". Hasta hace más bien poco, pensaba que la gente que los devoraba pertenecía a alguna secta. Yo era más de Danielle Steel, pero cuando ya lo has leído todo sobre romanticismo, toca cambiar de géneros. Este libro ha llegado a mis manos en el momento justo y adecuado. Está muy bien escrito, da unos consejos muy prácticos y realistas y, aunque muchos son de lo más básico, parece ser que lo fácil, con demasiada frecuencia, se nos olvida y pasamos por alto vivir con sencillez y ser asertivos. No hay que enredarse tanto.
¿No lo crees?
Brujuleia.-
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