Por favor, no te rompas!!!

El Lunes de esta semana, en mitad de un millón de gestiones en la calle y bajo un sofocante calor, mi coche dijo: Hasta aquí!!

Y me lo dijo con luces. Muchas lucecitas intermitentes de colores varios, iluminando iconos desconocidos para mí hasta el momento. Reconozco que estoy más que acostumbrada a las dichosas lucecitas encendidas en el tablero del coche, las colecciono!!!, pero ésta última fue la puntilla final para que mi cochecito, víctima de mí misma, se debilitara hasta dejarme tirada en medio de una carretera secundaria.

Lo primero que pensé fue: bien! Es Lunes! Pero no voy a asociar este hecho a que sea Lunes, son cosas que pasan, lo solucionaré y el día continuará sin más inconveniente.
Mi primera opción cuando me ocurren este tipo de cosas es llamar a mi padre. Lo tengo muy claro, es el primero de mi agenda. Lo llamé, pero el honorable señor me contesta que él no es una grúa ambulante y que llame al seguro del coche, que para eso lo estoy pagando. Bien! Y dónde está el teléfono??

Tras mucho rebuscar y de paso hacer limpieza en la guantera, encuentro una tarjeta desteñida. Tras descifrar los números, consigo contactar, no sin antes escuchar unos interminables minutos una odiosa melodía, que parecía darme más calor áun. Por fin, un amable señor me informa que la grúa pasará a buscarme en 45 minutos!!! y que necesita saber dónde estoy... Ajá! Buena pregunta, lo único que sé es adónde voy, no por dónde. Sufro de GPS descalabrado a perpetuidad!! 

Después de describirle lo que había a mi alrededor y hacia dónde me dirigía, el incansable señor desiste o parece entender dónde me encuentro. También me enviaría un taxi!! Bien!! ni siquiera sabía que mi seguro lo incluía.

Decido llamar a mi madre para desahogarme, es decir, apoyo psicológico en carretera: Mira tú! Este coche me tiene hasta (*-*/?)=()/%&%), digo harta, qué faena, me va a dar una lipotimia aquí, con este sol me voy a cocer como un huevo; pero sabes qué te digo? que mañana es otro día, que me voy a poner a esperar fuera, a la sombra de aquel árbol y cuando vengan … Mamá??, mamá?? mamá??!! Mi madre no me estaba escuchando, la había llamado a su hora punta de hacer la comida y demás labores domésticas simultáneas. Escucho un sonido, de lo que parece ser alguien que vuelve a coger el teléfono. Es mi hermano: Mamá que la llames más tarde, que tiene la comida al fuego y no se puede despistar ahora (en realidad dijo: que se le queman las papas, pero bueno).

También llamo a Willy Fog: piiiii!!! Deje su mensaje... Dios!! Qué escarpada montaña estará escalando ahora???!!!!!!

Estupendo!! Pues nada, a revisar redes sociales. Tampoco!!! tu batería está al rojo vivo!! Antes no había teléfonos móviles, o handys, o celulares o como lo quieras llamar. Al menos yo sí viví esa época y no pasaba nada. En cambio, ahora, estar con 30 segundos de batería es algo muy similar a dejarlo olvidado. Me invade un terror polisensorial. Vaya adicción esta necesidad creada!!



A todo esto, pasaban y pasaban y volvían a pasar y a pasar coches de policías varios. Te imaginas?! que encima paren a ver qué me ocurre y que, inspeccionando el vehículo, encuentren que no tengo la ITV pasada o que no tengo el chaleco reflectante amarillo pollo canario reglamentario, por cierto! Y dónde está??

Tengo que decir que por muchas veces que pasaron coches de policía junto a mí, ni uno sólo se detuvo, ni siquiera para mitigar el tedio que debía de padecer su tranquila jornada. Qué fuerte me parece!!

Al fin llega la grúa!! Muy puntual, todo hay decirlo, exactamente 45 minutos más tarde. Le hace un photobook a mi coche (supongo que para que desista de reclamar arañazos varios) y me indica que debo subirme para ayudarlo con la dirección de las ruedas. Ni se me ocurrió preguntarle cómo bajaría después de la grúa ¿?, una pértiga no me hubiera venido nada mal!!

Llega el señor taxista de incógnito. Y digo bien, de incógnito. Porque, parece ser, que está absolutamente prohibido que un taxista de otra ciudad recoja clientes fuera de su territorio. Asoma la cabeza por la ventanilla y me grita que me dé prisa, que lo pueden pillar. Pues vaya plan!!

Resultó ser un buen hombre, que en 3 minutos de trayecto me contó que tenía 3 hijos, que podían ser de mi edad, que se casó porque dejó embarazada a su señora y su suegro, que era cazador en aquel entonces, le había dicho: en vista de las circunstancias, o te casas o te cazo??, pero que no se arrepentía en absoluto, que tuvo suerte con su mujer y que lo sigue pensando 30 años después. Aaaayyyyy...



Con todo esto, me surgen varias incógnitas:

  • A las fashion blogger: qué tipo de outfit veraniego hubiera sido el adecuado??

  • A l@s del DIY (hazlo tú mism@): por favor, tutorial para arreglar uno mismo el coche. Ahí hay campo virgen por explotar, creo yo. Aún me duele el desembolso que tuve que hacer para pagar la factura del taller.

  • A l@s incrédul@s: qué llevó al señor taxista a echarme 10 años menos? ;-))))

  • A l@s coachs: Bueno, a estos nada, creo que lo llevé mejor de lo esperado!! (progreso adecuadamente) ;-))))

Y sí, que hay que aprender a resolverse cada un@ sus propios asuntos, pero es que yo soy muy de compartir. ;-))))

Siempre con love,

Brujuleia.-

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Imágenes: Pinterest

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