¿Llego tarde a alguna fiesta?




O llego tarde a alguna fiesta, o no me han invitado... 

En los últimos meses he ido adquiriendo la firme sensación de que me he estado perdiendo algo. Algo que siempre ha estado ahí, delante de mis ojos, pero que por tenerlos cerrados u ocupados en otros menesteres de carácter más inertemente práctico, no tenía la capacidad de ver.

Los que nos leéis, ya sabéis el gran cambio (lento) en el que estoy inmersa. Os lo he ido contado en varios posts (aquí, aquí y aquí), que me han salido directamente de las vísceras. La vida da vueltas como una lavadora y dentro estamos nosotros. Me he dejado llevar durante mucho tiempo y creo que, POR FIN, ha llegado el momento de poner el programa de lavado que más me interesa, en una primera etapa, consistente en sacar lo malo y viejo, para dejar espacio a lo nuevo y bueno.

Todo esto viene a colación del nuevo libro que me estoy leyendo:

La semana laboral de 4 horas
de Timothy Ferriss 
(Tim, pa' los amigos)

En este post de aquí, compartía mi opinión de otro libro sobre esta temática en la que yo era una recién llegada: autoayuda, crecimiento personal, etc... Además, os adelantaba mi reticencia a adentrarme en ellos y la poca credibilidad que me merecían algunos "charlatanes".

Este libro precisamente nuevo no es, y no porque me lo hayan prestado (GRACIAS Brujulation), sino porque es libro de cabecera de multitud de reconocidos coachs empresariales y gurús de los medios digitales. Tranquilos, el libro no es un rollazo.

Su autor y protagonista de la historia real, no es sólo un auténtico cachondo mental, viajero incansable, ávido de aprender, inconformista nato, observador milimétrico y ahorrador de tiempo por naturaleza (yo diría que sólo le falta embotellarlo y vender este preciado y volátil recurso). También, destila una gran confianza en sí mismo, fruto de mucho luchar contra sus miedos y tiene un sentido práctico, hasta decir basta.

Confienso que el libro me atrapó desde la contraportada, pero fue en la consulta de un médico -(ya estoy bien del terrible sarpullido producido por un perfume de una conocidísima marca, gracias)- donde, esquivando el tedio de la espera, me enfrasqué en él. 

Muchos fueron los momentos en los que tuve que taparme la cara para que los demás pacientes que esperaban, no vieran lo mucho que me estaba riendo. Enseguida te haces amigo de Tim, porque te dice las cosas a la cara, sin tapujos (imagino que mucho tuvo que pelear con su editor), te cuenta sus 1.001 anécdotas tronchantes y te anima a echarle valor a diseñar tu vida ideal y no aplazarla indefinidamente, para que te conviertas en un nuevo rico. Nuevo rico, entendido como: aquella persona LIBRE de hacer lo que le plazca con su tiempo... él te cuenta cómo lo hizo.

Libro divertido, ameno, que te impulsa a que te sacudas el polvo y te cuestiones dura y seriamente en positivo.

Parece que la fiesta tiene aforo ilimitado y contínuamente se celebran ediciones.

¿Se puede pedir más?

Desde la playa, al menos yo, por hoy, NO


Siempre con love,

Brujuleia.-

 
Fotos: 4brujillasymedia. 

Pido perdón por la calidad fotográfica. Estoy en vías de adquirir una cámara réflex y compartir con mayor asiduidad, lo que veo desde mi particular ventana al mundo. ¡Cuántas ganas!


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