Y llegó el verano (reflexiones veraniegas)

Para hoy, primer día del verano, una reflexión, un pensamiento, un "dejar volar la imaginación", arropados por las temperaturas y ese ambiente con sabor a sal que nos acoge a este lado del hemisferio, un "y si ganara un sueldo Nescafé" con el que veranear de por vida...

Pues eso, una reflexión.


Estos días los telediarios se han hecho eco de que las clases han finalizado y con ello, coles e institutos echan el cierre hasta más ver. Se veía a los niños de golosinas hasta arriba, saltando, bailando, felices porque no volverían al cole en casi 3 meses y con ello, un hasta luego a sus responsabilidades...

¡3 meses! Aún recuerdo mis últimos días de clase. Salir del edificio con la sensación de una buena temporada LIBRE. A esa edad, un verano era una vida entera donde hacer y deshacer a nuestras anchas, unas anchas con escaso horizonte, todo hay que decirlo, pero qué feliz me sentía. Luego era de las que se acababa el "vacaciones Santillana" en la primera semana, intentaba comenzar a escribir un libro o me veía las series mañaneras de cabo a rabo.



Cuando la edad adulta se planta con todas sus consecuencias, el verano a menudo tiende a identificarse con conceptos como:


  • las terrazas por la tarde
  • sandalias
  • la playa los fines de semana
  • comprar fruta de temporada en el súper
  • estar más fuera de casa
  • que la tarde termine a las 9 de la noche
  • sombreros y bolsos de paja
  • las fiestas en los pueblos

  • no necesitar abrigo a las 3 de la mañana
  • acordarte de: ¿qué fue de aquéllo de la operación bikini?
  • más ensaladas fresquitas y menos comida de cuchara caliente
  • uñas pintadas con esmaltes de colores alegres
  • bicicleta en la avenida
  • patines en el paseo
  • helados, helados, helados
  • estampados de flores
  • cada vez más protector solar que bronceador

  • preguntarte si todavía, en algún canal, seguirán reponiendo la serie Verano Azul
  • descubrir sitios nuevos, aunque hayan estado a dos calles de ti toda la vida
  • escaparse por unos días e intentar dar sentido a todo
  • coleccionar conchas y tarros con arena de colores
  • disfrutar de carreteras despejadas
  • atardeceres de película
  • sumergirte en libros regordetes que nos estaban esperando
  • chanclas

  • ferias y festivales
  • acampadas
  • barbacoas o asaderos, como los llamamos por aquí
  • caminar descalzos
  • intentarlo una vez más con las gafas de buceo
  • navegar
  • volar
  • soñar
  • ...



Pues eso, mi más profunda y sincera reflexión en este día en el que damos la bienvenida a un gran verano. Con un poco de nostalgia por no poder disfrutarlo en toda su extensión, pero las cosas buenas que trae cumplir años es poder disfrutar del instante más importante, el AHORA.

¿Cómo se plantea ese verano? ;-)


Un abrazo,






Imágenes: Pinterest

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