Los mellizos de Fefi

El otro fui al Lidl que, para quien no conozca esta cadena de supermercados, se trata de una marca alemana, donde venden, además de productos propios que se suelen encontrar en supermercados, éstos con la variante de “alemanes”; semanalmente, ofrecen un surtido de ropa, menaje de hogar, herramientas, cosas para el jardín y mil “alemanadas” más... bajo el lema “la calidad no es cara”. Vaya publicidad que les acabo de hacer sin venir a cuento!! El caso es que decidí ir a curiosear sus novedades y desconectar. Triste? Anecdótico? Normal?!! Estaba teniendo una semana difícil y no se me ocurrió otra cosa mejor que ir a un super, mezclarme con la gente y comprar muffings de chocolate!!

Últimamente todo el mundo está demasiado ocupado y me tapo con la manta de "no quiero molestar", lo cual, ahora que lo pienso friamente, es como necesitar algo y no pedir ayuda... cabezonerías que se intensifican con la edad... Bueno, pues me funcionó. Me funcionó ir al Lidl para desconectar. Le di 2 vueltas a cada pasillo, no se me fuera a escapar alguna primicia!!

Salgo al aparcamiento y me encuentro de frente a Fefi. Fefi es una chica con la que coincidí algún año de instituto, sin pena ni gloria. No tuvimos una gran amistad, pues yo era amiga de su ex-amiga, lo que impedía que pudiéramos ser amigas... matemáticas aplicadas a la edad y situación de aquel entonces... siempre que me la encuentro, una vez al año, me da la sensación de que ella hubiese querido una amistad mayor, que no pudo ser... Y absolutamente siempre que nos vemos, se produce el mismo patrón de comportamiento:

1. Saludos cordiales
2. Trabajas?!
3. Novio?? Casada?!,
4. Dónde estás viviendo?!
5.Intercambio de números de móviles (por enésima vez)
6. Y un “no dejes de llamarme y quedamos”

La última vez que la había visto fue el año pasado, unos 8 meses atrás, de compras con una amiga. Era abogada, vivía sola, se la veía que le iba bien. Independiente, resuelta, con carácter, un novio en segundo plano...



Esta vez la veo aproximarse a mí, me reconoce, me sonríe, parecía cansada y tras el “qué tal?” de rigor, me dice: “Sabes que tuve mellizos?!!”. Inmediatamente, me saca el móvil y con apretar un botón se ilumina la pantalla, a la par que su cara y aparecen dos bebés gigantes, vestidos iguales, rebosantes de salud, con los ojos muy abiertos. Había aumentado de peso, pero no tanto como para imaginar que hacía tan sólo 2 meses atrás, había sido madre de dos niños a la vez. Me cuenta que se dejó 20 kilos en el parto!! Caí en la cuenta de que la última vez que la vi, debió ser el día de la fecundación, no había pasado mucho tiempo más!!!! Tras hablarme de lo cansado que era tener dos bebés y que a pesar de todo, merecía la pena, me pregunta por mí...

La verdad es que, de un tiempo a esta parte, cuando me preguntan por mí, según quien me pregunte, me dan ganas de inventarme algo. Pasan lustros completos y no tengo novedades (mi madre diría, “vale más eso que una enfermedad”, qué exagerada!). Y me doy cuenta, es algo raro y real, porque no he forzado nada, estoy donde me ha ido llevando la propia vidaTampoco he tenido unas ganas terribles de mudarme a otro país y emprender una aventura digna de ser contada, para luego salir en esos programas de televisión que me ponen verde de envidia, donde sale gente políglota, con sus hijos multitarea, que no comen carne y que ganan un pastón al mes, por ser felices 5 horas al día en un entorno de trabajo creativo, acorde con el medioambiente. Lo sé, es envidia cochina, pero es tan humana como la compasión, el amor o la pena... Pero hay mucha gente que piensa como yo, ehhh??! que lo sé!!! De vez en cuando “me clavo los puñales” viendo estos programas.

Tampoco tengo la más mínima intención de robar semen a algún despistado (víctima potencial Willy Fog, cuando regrese) o lo que es lo mismo, crónicas de cómo acabar con el sexo en una relación, si el implicado no quiere y se percata de tus intenciones... Es que ni se me ocurre!!! Antes lo fabrico en la cocina!!! Ni siquiera se me apetece ahora mismo. Se supone que se debe desear algo así, pero yo no siento nada, sólo sé que es un “proyecto de futuro”, que quisiera realizar con apoyo de la otra parte, que temas de otro orden me mantienen preocupada y ocupada, que tengo un tiempo limitado... y que paso de meterme en el tema tic tac tic tac tic tac... que para eso ya tenemos la entrada de Brujilla Púrpura “Mi arroz es Brillante” (pincha en el enlace si quiere leerlo)

Seguimos con Fefi y mi firme intención de inventarme una vida de ensueño, lista para ser contada a personas que como ella, pueden contrastar poco o nada... Pero finalmente me decidí por otra técnica: Si quieres cambiar de tema ante una madre, es muy fácil, pregúntale por sus hijos. Si comen bien, complicaciones en el parto, cuánto pesaron al nacer, si duermen toda la noche... se pierden en explicaciones y se olvidan de la pregunta que te habían hecho, miran el reloj y se dan cuenta de que tienen que irse corriendo, porque los han dejado con nosequién y es la hora de comer...

Y Fefi se fue, flotando en su nube de cansacio, paz y felicidad materna... Y yo llegué a casa y me comí todos los muffings de chocolate con pepitas de chocolate que había comprado. ;-))))

Brujuleia.-


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