Desconectar para reconectar



Como sabes estoy de vacaciones. Disfrutando de una bocanada de aire fresco, con el que tomar impulso hacia la recta final de este inspirador año. Un año en el que he recogido muchos frutos de decisiones y vivencias pasadas, pero que inevitablemente me vienen al recuerdo y al fin, logro entender y dar respuesta al ¿por qué? 

Más que nunca, me reafirmo en que todo sucede por algo y los caminos que recorremos, elegidos o no, están interconectados hacia nuestro destino. Un destino que adquiere un matiz u otro, dependiendo de nuestras decisiones. Es francamente fascinante, cómo todo se entrelaza y solo con distancia y tiempo de por medio, somos capaces de ver esos hilos invisibles, pero que existen, atándolo todo, dando al fin y al cabo, una explicación coherente.

Queda claro que he aprovechado este tiempo para reflexionar. A una semana de mi reincorporación a la rutina diaria, confieso que tengo ganas, fuerzas, ilusión, ímpetu, ideas renovadas, ENERGÍA. Me gusta la actividad diaria y me reafirmo en que es importante tener un por qué cada día, una motivación para levantarte e intentar dar lo mejor de ti en cada momento, aprendiendo y mejorando; así como también un por qué al descanso y a la desconexión.


Desconectar para reconectar


He saboreado unas semanas donde me he ocupado de no saber qué día o qué hora eran, con el portátil lejos y el smartphone olvidado en el cajón de una mesilla de noche. He tomado muy pocas fotos, me he comunicado lo imprescindible y he vivido el momento presente al 100%. TECNOLOGÍA BAJO MÍNIMOS.

Cómo he disfrutado de esa sensación de extravío controlado, de libertad merecida, de descanso mental, de perderme entre las líneas de libros en papel, de "porque yo me lo merezco". TRANQUILIDAD.


Para todo esto no hace falta irse muy lejos, no me canso de contarte que vivo en el paraíso: Gran Canaria, un lugar que me proporciona todo para ser feliz. En esta ocasión: largas caminatas por la playa al amanecer, horas en la piscina leyendo o paseos por avenidas llenas de gente que quiere ser feliz, de todas partes del mundo, contentos por estar en uno de los mejores lugares para vivir en este planeta.



En absoluto, todo no es perfecto: dolores musculares, tirones, alergia al sol, dolor de pies poco acostumbrados a caminar descalzos por la arena o jugar a las palas, como si mi vida y la de los míos estuviera en juego, con una visita a urgencias incluida... He puesto a prueba todos y cada uno de mis músculos, incluso algunos que no sabía que existían. Pero feliz.

Espero con ganas mi vuelta a los nuevos proyectos, a la continuación de los que ya estaban, a seguir aprendiendo, trabajando, estudiando, mejorando y avanzando. Como bien sabes, te lo iré contando ;-)

Porque sentir que "nos lo merecemos", es una de las mejores sensaciones del mundo


Si eres de los que reserva sus vacaciones para los últimos meses del año, ya no te queda nada. Si estás de vacaciones aún, disfruta, estira las horas, embelésate con los amaneceres y atardeceres. Desconecta para reconectar.

Un abrazo,


2 comentarios:

Unknown dijo...

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Guayarmina dijo...

Muchas gracias!!